Presentación

miércoles, 2 de agosto de 2017

Estudio en escarlata

Los pasos que llevo Sherlock Holmes para llegar a la conclusión del caso fueron las siguientes, primeramente empezó por examinar la carretera descubrió las huellas claras de un carruaje que había estado ahí en el trascurso de la noche, por lo estrecho de la marca de sus ruedas se convenció de que no se trataba de un carruaje particular sino de uno de alquiler. El coche Hanson de cuatro ruedas que llaman Growler es mucho más estrecho que el particular llamado Brougham. Fue ese el primer punto que anotó. Avanzo luego por el sendero del jardín y dio la casualidad de que se trataba de  un suelo de ardua, extraordinariamente apto para que se graben en el mismo las huellas, descubrió fuertes pisadas de los guardias, pero vio también la pista de dos hombres que habían pisado primero el jardín. Es como fabrica el segundo eslabón, llego a la conclusión de que los visitantes nocturnos habían sido dos, uno de ellos notable por su estatura (Lo que calculo por la longitud de su zancada) y el otro elegantemente vestido, a juzgar por la huella pequeña y elegante que dejaron sus botas. Esta última deducción quedo confirmada al entrar en la casa. Allí tenía delante de el al hombre bien calzado. Por consiguiente si había existido asesinato, este había sido cometido por el individuó alto, el muerto no tenía en su cuerpo herida alguna, pero la expresión agitada de su rostro le proporciono la certeza de que el avía visto lo que le venía encima, también olisco sus labios pudo percibir un leve olorcillo agrio y llego a la conclusión que se le había obligado a ingerir un veneno.
Después se dio cuenta que el móvil no era el robo entonces se trataría de política o mediaba una mujer, desde el primer instante se sintió inclinado a esta última suposición, quien perpetro había dejado huellas por toda la habitación, por consiguiente telegrafió a la jefatura de Policía de Cleveland informándole de que ya con anterioridad había acudido Drebber a solicitar la protección de la ley contra un antiguo rival amoroso, llamado Jefferson Hope y que se encontraba en Europa, sabía que ya tenía en sus manos la clave del misterio y solo le quedaba atrapar al asesino.

En cuanto a las conclusiones que expuso Scotland Yard fueron equivocadas, ya que los dos investigadores Lestrade y Gregson no empezaron por investigar sobre la carretera buscando huellas de algún carruaje, también que sus deducciones en la escena del crimen no fueron lo bastante exhaustivas, fijándose y escudriñando solamente superficialmente y teniendo conclusiones que enredaban la investigación e involucraban a otras personas que no coincidían con el caso, las conclusiones de Scotland Yard estaban mal armadas y fundamentadas con un método superficial desde el principio hasta el final de la investigación.

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